La fotografía sirve, entre otras cosas, para visibilizar colectivos, concienciar y empoderar. Hemos encontrado muy interesantes este proyecto de la fotógrafa brasileña, Angelica Daas. Esta fotógrafa residente en España, es la autora de "Humanae", un trabajo fotográfico para concienciar de las mezclas raciales de las que estamos compuestos. ¿Cuál es tu color de piel? No todos los tonos de blanco son igual, ni los de cualquier otra raza. Angélica desciende de una familia con una variada procedencia, y ha querido reflejar en una colección de retratos lo diferentes que son nuestros tonos de piel. Para ello, las ha procesado en Photoshop y, tomando una muestra de la cara de cada retrato, ha buscado la equivalencia de color en la gama Pantone y ese color es el que veis en el fondo de cada retrato.En la revista Hoyesarte nos cuenta el proceso: "Hago los retratos en fondo blanco. Cojo un cuadradito de 11 píxeles de la nariz y ese es el color que coloco en el fondo. La elección de la nariz es intencional porque es la primera parte del cuerpo que cambia cuando tomamos el sol, tomamos un vinito o estamos resfriados. Después, en un programa de edición que tiene una biblioteca, cojo el color y busco el correspondiente en la escala Pantone". Nos encanta este proyecto!
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El primer retrato fotográfico que se conserva, resultó ser un autorretrato. Es decir, que en esta misma fotografía del año 1838, Robert Cornelius (1809-1893) fue al mismo tiempo fotógrafo y modelo.Robert Cornelius tenía casi 30 años en el momento de tomarse esta foto. La expresión de su rostro casi parece actual, pero la realidad es que tiene casi dos siglos de historia. Ni siquiera es una fotografía como las que conocemos ahora, sino un daguerrotipo tomado con una caja oscura que se confeccionó este empresario y fotógrafo americano. Sin saberlo, pasaría a la posteridad como uno de los primeros retratos que se conservan, y hasta el momento, probablemente sea el primer autorretrato de la Historia. Se conserva en la Libreria del Congreso de Washington DC (EEUU).
Estos días han estado circulando en las redes unas fotografías y vídeo con la increíble transformación de Josete, un hombre sin hogar de 55 años, que vive en Mallorca ganando algunas monedas como aparcacoches o gorrilla. Unos peluqueros se propusieron cambiarle el look y lo transformaron en casi otra persona: de un hombre avejentado, en un atractivo hipster. Le cortaron el pelo, le afeitaron, le tiñeron las canas y una ropa a la moda acabó de obrar el milagro. Unas imágenes virales Hay que ver el vídeo ("El espíritu de la plaza") que emociona, no sólo por la transformación increíble, sino por la emoción que le causa verse con su nuevo aspecto. No podía creerse que ése hombre que veía reflejado en el espejo también fuera él. Por un momento su emoción se le escapa, y uno adivina el largo recorrido de sinsabores que lleva como equipaje. Este vídeo hace reflexionar sobre hasta qué punto nuestra imagen e identidad están ligadas, cómo una influye en la otra, cómo una situación personal difícil deja mella en nuestro aspecto. Muy buena iniciativa la de este peluquero, SAlva García, y la peluquería La Salvajería. Incluso el cambio de actitud es evidente en el inicio y el final del vídeo. ¿Hasta qué punto nuestra imagen determina nuestro lugar en el mundo, la aceptación de los demás? No es ninguna frivolidad el cuidar nuestra imagen, que es con la que nos presentamos socialmente, y no estamos hablando solamente de algo estético, sino de algo más. Los elementos que acompañan nuestro cuerpo, los cuidados que le damos, lo que transmitimos.... Algo que nosotros, sin conocer a Josete en persona, tan sólo viendo sus fotos del antes y el después, nos ha dejado impactados. Le deseamos una nueva etapa llena de oportunidades! Hace ya unas semanas estoy intentando recuperar un trabajo fotográfico que estuvo circulando un par de días en mis redes sociales. En él, se mostraban las fotografías de distintas personas con rasgos muy diferentes entre sí, como el clásico antes-después.
En la primera, la persona aparecía seria. En la segunda fotografía, aparecía sonriente. Pero no una sonrisa cualquiera, de esas forzadas delante de la cámara a la voz de "cheese". La sonrisa sincera, la que sale de dentro, es aquella que se sonríe no sólo con la boca, sino también con los ojos. Era sorprendente la luz que cobraban aquellos rostros, tan apagados en la primera fotografía. Pienso muchas veces que la sonrisa en estos tiempos de crisis está sobrevalorada, y con esto no me refiero a la sonrisa que sale del alma, sino a la imposición de sonreír aún cuando no tenemos ganas. Sonreír en una entrevista de trabajo, en una primera cita, en un intento de disimular que las cosas no nos van todo lo bien que quisiéramos. Y llevo días buscando esa serie de fotos, porque aquellas sonrisas, cuyos protagonistas eran personas tan alejadas de las junglas urbanas, me parecían tan reales y luminosas que, lo que son las cosas... Han pasado varios días y no puedo olvidarlas. Se afirma que "la cara es el espejo del alma", y trabajos fotográficos como este que hoy presento en mi blog no dejan lugar a dudas. Lalage Snow, fotoperiodista y cineasta inglés, retrató a unos soldados ingleses enviados a operar en la guerra de Afganistan. En "We are the not dead" retrata a varios de estos soldados en un periodo de 7 meses, y presenta tres fotografías: sus rostros antes, durante y después de su tiempo de servicio. En todas ellas se ve la evolución de su expresión. En algunos se han endurecido sus facciones, en otros su mirada ha dejado de ser la misma, mientras que alguno parece haber reafirmado su masculinidad, Interesante ver cómo la foto central de cada triada (la que corresponde al momento en el que estaban ejerciendo de soldados en su deestino) muestra una expresión diferente, incluso se diría otra persona, como si alguno de ellos estuviera representando un personaje. De nuevo, la diversidad: unos tienen el dolor atravesando el rostro, mientras otros posan de manera orgullosa a la cámara, como aquellos Generales de la antigüedad que posaban triunfantes a sabiendas que eran inmortalizados para los libros de historia. Es un trabajo muy interesante, una muestra más de todo el potencial que ofrece la fotografía cuando se pone al servicio de la lectura psicológica de un rostro. |
Quién soyFotógrafa y escritora. Utilizo la fotografía y nuevas narrativas para visibilizar emociones, grupos sociales y trabajar la comunicación profunda. Archivos
Agosto 2017
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