Se afirma que "la cara es el espejo del alma", y trabajos fotográficos como este que hoy presento en mi blog no dejan lugar a dudas. Lalage Snow, fotoperiodista y cineasta inglés, retrató a unos soldados ingleses enviados a operar en la guerra de Afganistan. En "We are the not dead" retrata a varios de estos soldados en un periodo de 7 meses, y presenta tres fotografías: sus rostros antes, durante y después de su tiempo de servicio. En todas ellas se ve la evolución de su expresión. En algunos se han endurecido sus facciones, en otros su mirada ha dejado de ser la misma, mientras que alguno parece haber reafirmado su masculinidad, Interesante ver cómo la foto central de cada triada (la que corresponde al momento en el que estaban ejerciendo de soldados en su deestino) muestra una expresión diferente, incluso se diría otra persona, como si alguno de ellos estuviera representando un personaje. De nuevo, la diversidad: unos tienen el dolor atravesando el rostro, mientras otros posan de manera orgullosa a la cámara, como aquellos Generales de la antigüedad que posaban triunfantes a sabiendas que eran inmortalizados para los libros de historia. Es un trabajo muy interesante, una muestra más de todo el potencial que ofrece la fotografía cuando se pone al servicio de la lectura psicológica de un rostro.
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A estas alturas, pocos hay que no hayan oído hablar de los autorretratos de Vivian Maier (NY, 1926-2009), la niñera aficionada a la fotografía que retrató con su Rolleiflex las calles de Chicago y Nueva York de los años 50 y 60. Aunque la obra de Vivian Maier es mucho más que eso, ya que la verdadera fascinación que ejercen sus imágenes es la historia que hay detrás. Hija de refugiados judíos, pasó su vida trabajando como niñera a la vez que se entregaba a su verdadera pasión, la fotografía. Con su modesto sueldo compró unas cámaras profesionales que eran todo un lujo para la época, pero sin embargo la mayoría de sus carretes quedaron sin revelar. Vivian Maier pasó sus últimos años de manera modesta y precaria, sin que sus fotos hubieran sido descubiertas ni que ella pudiera sospechar que su obra y figura serían objeto de culto poco después de su muerte. Un escritor, John Maloof, compró en 2007 material fotográfico sobre Chicago en una casa de subastas, para documentar el libro de historia que estaba preparando. Se dio el caso que en ese material estaban las fotos de la desconocida Vivian Maier y algunos carretes sin revelar; en cuanto Maloof reveló y colgó imágenes en internet, un entendido le dijo que aquel material era extraordinario y aquí empieza la leyenda. John Maloof adquirió más material a subasta, investigó la pista de la autora de las fotos y el destino quiso que cuando localizó a Vivian Maier, ésta hubiera fallecido tan sólo dos días antes. A esta historia tan curiosa, con miles de carretes que permanecen sin revelar durante varias décadas y son descubiertos para el mundo a principios de este siglo, se une el hecho de que Maier conecta tan bien con el espíritu de esta época: una persona con una vida corriente, que tiene una pasión y una sensibilidad extraordinarias, que retrata sin parar lo que ve en las calles y su propia imagen reflejada en espejos o escaparates. Una precursora de la actual foto de street, pero sobretodo, de la pasión por el autorretrato tan representativa de nuestros días: Algunas de sus fotos más emblemáticas están expuestas en Foto Colectania (Barcelona) hasta el 10 de septiembre. Más información: http://www.vivianmaier.com/ https://www.youtube.com/watch?v=2o2nBhQ67Zc ¿Fotografiamos la realidad o cómo vemos la realidad? Hacemos fotos de lo que vemos o de lo que somos? En noviembre de 2015 se publicó este vídeo que demuestra cómo los prejuicios condicionan nuestra visión particular del mundo. 6 Fotógrafos y 1 único modelo. 6 miradas distintas de una misma cara. A cada fotógrafo se le presentó al hombre a quien debían retratar como alguien distinto: a uno se le dijo que era un millonario, mientras a otros fotógrafos el mismo hombre se les presentó bajo distintas etiquetas: un marinero, un ex presidiario, un alcohólico en tratamiento... El resultado final de las fotos es sorprendente. No miramos la realidad de una manera objetiva, sino con nuestros propios filtros. Por eso, cada fotógrafo retrató un hombre diferente, porque lo que cada foto reflejaba es lo poco que creían saber de ese hombre. 6 fotógrafos, 6 visiones, 6 prejuicios. |
Quién soyFotógrafa y escritora. Utilizo la fotografía y nuevas narrativas para visibilizar emociones, grupos sociales y trabajar la comunicación profunda. Archivos
Agosto 2017
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